La imaginación permite crear cosas nuevas y deducir respuestas de muchas preguntas. Es una visualización mental. También está ligada a la COMPRENSIÓN ya que si puedes imaginar algo puedes comprenderlo. Una vez visto cómo actúa la imaginación en la mente del un niño, es preciso plantear cuáles son las FASES DE LA IMAGINACIÓN. A saber: fijación de la imagen; conservación de la imagen en nuestro cerebro de manera inconsciente y, lo que llamamos reviviscencia, es decir, volver a traer al recuerdo, a nuestra consciencia, la imagen.
La reviviscencia es la evocación de una experiencia, sea imagen, sonido, acto, etc. Esta evocación puede ser voluntaria (cuando nos interesa en virtud de un deseo o motivación ) o de manera espontánea (cuando un niño tararea una canción aprendida sin deseo aparente) Esta evocación espontánea se da debido a unas leyes basadas en la proximidad de estímulos, en la coincidencia en el tiempo y espacio o en la semejanza. Pero de todas las imágenes que podamos traer a la imaginación, tienen preferencia aquellas que se relacionan con nuestros intereses, gustos, tendencias, preocupaciones, etc.; de ahí que un niño pueda llorar de repente sin motivo aparente pero es porque, a veces, rememora y evoca alguna experiencia negativa previa que ha tenido en relación con algo que ha visto, algún objeto cercano, etc.
Se puede afirmar que existen tantas clases de imágenes como percepciones posibles: visuales, auditivas, táctiles, olfativas, de movimiento, etc. Las más frecuentes son las dos primeras aunque cuanto más pequeño es el ser humano tienen especial importancia también las táctiles y las olfativas al tener poco desarrollados, los sentidos de la vista y el oído.
En lo que se refiere a la imaginación, encontramos diferentes individuos en función del predominio que en cada persona tiene cada tipo de imagen. Así podemos hablar de personas predominantemente auditivos, otros que son fundamentalmente visuales, motores, etc.
La reviviscencia es la evocación de una experiencia, sea imagen, sonido, acto, etc. Esta evocación puede ser voluntaria (cuando nos interesa en virtud de un deseo o motivación ) o de manera espontánea (cuando un niño tararea una canción aprendida sin deseo aparente) Esta evocación espontánea se da debido a unas leyes basadas en la proximidad de estímulos, en la coincidencia en el tiempo y espacio o en la semejanza. Pero de todas las imágenes que podamos traer a la imaginación, tienen preferencia aquellas que se relacionan con nuestros intereses, gustos, tendencias, preocupaciones, etc.; de ahí que un niño pueda llorar de repente sin motivo aparente pero es porque, a veces, rememora y evoca alguna experiencia negativa previa que ha tenido en relación con algo que ha visto, algún objeto cercano, etc.
Se puede afirmar que existen tantas clases de imágenes como percepciones posibles: visuales, auditivas, táctiles, olfativas, de movimiento, etc. Las más frecuentes son las dos primeras aunque cuanto más pequeño es el ser humano tienen especial importancia también las táctiles y las olfativas al tener poco desarrollados, los sentidos de la vista y el oído.
En lo que se refiere a la imaginación, encontramos diferentes individuos en función del predominio que en cada persona tiene cada tipo de imagen. Así podemos hablar de personas predominantemente auditivos, otros que son fundamentalmente visuales, motores, etc.
Es aquí donde encontramos la raíz de artistas que son capaces de imaginar determinados sonidos y la combinación de los mismos da como resultado una pieza musical. Así, si lo aplicamos a la imagen, es posible encontrar personas que destacan en la pintura y el dibujo y por lo que determinados niños presentan, desde muy pequeños, ciertas habilidades en estos campos: imagen, sonido, movimiento, composición escrita, etc.
Lo anterior nos permite hablar de IMAGINACIÓN CREADORA e IMAGINACIÓN REPRODUCTORA. La primera sólo se da en los seres humanos.
En realidad se trata de la habilidad para combinar las imágenes que fluyen en la mente dando lugar a imágenes nuevas, composiciones originales, etc. Si no existe orden en las imágenes creadas ni una lógica que las relacione, hablamos de fantasía (es lo que decimos de un niño que manifiesta ideas o imagina hechos que no tienen relación y creemos que “tiene pájaros en la cabeza”) Pero este tipo de fantasía también es necesaria en el ser humano y sobre todo en el niño ya que cumple una función de escape, resulta un mecanismo de defensa en el que uno se puede refugiar cuando vive una situación dura.
Por el contrario, si la actividad imaginativa está estrechamente controlada y dirigida por la lógica , incluso por la necesidad, hablamos de una imaginación organizadora de la vida y por tanto se trata de invención o inferencia. Esa es la muestra de que el hombre haya sido capaz de ingeniárselas para resolver problemas ante el hambre, dolor, miedo, etc. Gracias a la imaginación organizada, invención, el hombre es capaz de anticiparse al provenir, es capaz de hacer proyectos, en definitiva, de resolver problemas.
Pero también podemos hablar de una imaginación reproductora que, como su nombre indica, se ocupa de repetir las propias percepciones sin elaboración ninguna. Este tipo de imaginación es la base de la memoria . Forma parte de nuestra vida inferior y también aparece en los animales (recordemos a los animales de un circo, las palomas mensajeras, etc.)
Pero también podemos hablar de una imaginación reproductora que, como su nombre indica, se ocupa de repetir las propias percepciones sin elaboración ninguna. Este tipo de imaginación es la base de la memoria . Forma parte de nuestra vida inferior y también aparece en los animales (recordemos a los animales de un circo, las palomas mensajeras, etc.)